domingo, 23 de marzo de 2014

Pícaro del siglo XXI


Buenas, me llamo Antonio Gomez Pineda el pasado fin de semana me detuvieron y hoy
letrado estoy aquí para contarle mi vida y lo que realmente sucedió este fin de semana pasado.
Me conocen como en mi barrio como Torito o también como “el ladrón del domino”.Nací
en un barrio marginal de Sevilla llamado las 3.000 viviendas,creo que todo el mundo lo
conoce. No es un barrio ni bueno ni malo hay de todo, pero a mi me toco pertenecer al lado
malo.
Tengo treinta y dos años, mido aproximadamente un metro ochenta, algunas veces tengo
barba otras y otras no, según donde vaya a realizar el robo, la policía me identificó por el
azul de mis ojos. Tengo un cuerpo atlético, me gusta mucho cuidarme, además mi trabajo lo
requiere, mis brazos están completamente tatuados, mis piernas tienen algún tatuaje pero
no están completamente cubiertas. Me dicen que estoy loco pero ellos no entienden mucho
mi locura ni mi forma de vida, el día que me vean hacer locuras entonces admitiré que
estoy loco mientras tanto no. En mi barrio me conocen por el “niño del domino” a pesar de
edad me siguen llamando niño. También me conocen como el nieto de la Concha, Concha
mi abuela murió hace veinte años con la temprana de edad de sesenta y ocho años a causa
de un ataque al corazón al ser pillada por la policía escondiendo droga en el sótano, mi padre
a los dos años siguientes fue encarcelado por asesinar en un ajuste de cuentas a un policía de
la secreta, de mi madre no hablemos era la única normal de la familia.


Yo de pequeño empeze a hacer pequeños robos, como robar chicles,chuches, etc.
Sinceramente desde mi punto de vista pensaba que mi abuela era una asesina al vender
droga y no quería ir matando a gente por ajustes de cuentas, tampoco queria estudiar,
no sabia lo que iba a hacer en el futuro. Siempre me maravillaba el mundo de los robos
era un adicto a las películas de robos y ladrones y pienso que gracias a ello era el ladrón
mas buscado de toda España, mis robos los suelo acabar colocando una ficha de domino
por eso soy conocido como el ladrón del domino.

A los quince años hice para mí el mejor robo de todos, fue robarle el móvil a mi profesor de
literatura llamado Diego Bernal, un profesor que aprobando sus exámenes me suspendía
y no se todavía muy bien el porque. Fue una calurosa mañana de Septiembre haciendo el
examen de recuperación, le hice un cambiaso, el móvil por el examen que si no recuerdo
bien lo aprobé. Fue un robo fácil el estaba en la puerta de la clase hablando con un
compañero, el se dejo el Nokia en la mesa yo le puse el examen en la mesa y con mucho
disimulo me guarde el móvil en el bolsillo, todavía pienso que seguirá buscando el móvil.
Cuando llegue a mi casa le conté el robo a mi madre y esta me felicito, en mi familia robos
y drogas eran integrantes de la familia.



Yo era un niño mimado solía tener lo que pedía gracias a la droga. Yo pensaba que mi padre
se ganaba la vida honradamente pero no era así, ayudaba a mi abuela en la droga. Esa tontería de niño mimado se me acabo una tarde de mayo, alrededor de las cuatro y media
de la tarde llamaron a la puerta de mi casa, era la policía y venían a por mi padre el lo
detuvieron y a partir de ese momento empeze a saber lo que era el hambre. Nos alimentábamos de bocadillos que nos daba la vecina, solo quedaban dos soluciones o robar
o el mundo de la droga. No quería ir matando a la gente con la droga, así que decidí empezar
a robar para sanear cuentas y llevar una vida mejor, solía robar bicicletas, móviles, aparatos
electrónicos, piezas de coches para luego venderlas. Así fue como empeze a llevar dinero
a mi casa y poco a poco afortunadamente el hambre desapareció.



He tenido solo dos detenciones (poco para los robos que he realizado). La primera fue con
tan solo deiciseis años, mi madre quería por su cumpleaños un coche nuevo, estaba
empeñada y lo peor era que no lo podía usar, pero a ella se le antojo. El robo se realizo
una noche antes de la de su cumpleaños, realice el robo con “el Rocky” un excompañero de
clase mio, que sabia mucho de coches. Llegamos a la barriada de San Pablo, los coches
estaban aparcados y allí nos esperaba el coche elegido, un seat Córdoba. Fue un robo
sencillo gracias a Rocky le hicimos el puente al coche y lo pusimos a andar. Prácticamente
llegando a el barrio había una redada de policía, el final de esta anécdota fue que acabamos
en un correccional los dos.

Pase dos años en el correccional, donde conocí al que fue mi compañero de trabajo, se llamaba Manuel pero era conocido como “Manu”. Manu y yo nos conocimos al tercer
día de estar allí, solíamos estar castigados por pequeños hurtos que le hacíamos a los niños.
Estando en el correccional me avisaron de que había fallecido mi madre a causa de un golpe
que se dio en la cabeza estando en la silla de ruedas, bueno eso es lo que a mi me contaron.
Un viernes como otro cualquiera estando en el correccional me propuso Manu escapar de
aquella cárcel, pero el plan no funciono. Al cumplir los dieciocho años ya estaba en la calle
y sin familia ni casa, así que Manu que salió a la misma vez que yo me propuso que me
quedara en su casa.
Recuerdo que estudie para mecánico porque era algo que me gustaba a parte de los robos,
estando en las practicas salió “pley uno” no teníamos dinero Manu y yo pero deseábamos
tenerla, asi que decidimos robarla. Manu y yo planeamos el plan a la perfección, la tienda
de aparatos electricos de Paco iba a ser asaltada por dos ladrones con poca experiencia.
Todo salió como esperábamos, es decir a la perfección, a las dos semanas del robo nos echaron de la casa porque la madre de Manu no se como supo que habíamos robado la
videoconsola. Eramos ladrones, solo teníamos veintiséis años y aparte del robo de la videoconsola ya habíamos realizado mas robos, media Sevilla nos buscaba.

La solución que tomamos fue irnos de Sevilla y nuestro futuro destino sería Madrid. En
Madrid no solíamos realizar robos vivíamos del dinero recaudado de los anteriores robos
pero eso se acabaria pronto, estábamos planeando el golpe perfecto. Era robar la sucursal
del banco Santander la mayor sucursal de España se encontraba en Madrid y iba a ser
nuestro objetivo. Contratamos a el mejor hacker, un conductor de categoría y un ayudante
para el robo, este ayudante nunca se me olvidará en la vida siempre lo tengo en mente, se
llamaba José Luis Martín pero le decíamos “JL”, llego la noche del robo una noche de Octubre estaba todo preparado, nuestro hacker desactivo las cámaras, y los sistemas de
vigilancia era todo pan comido, el robo fue casi perfecto, yo veía que JL hacia cosas muy
extrañas pero me parecía normal sería de los nervios pensaba, lo hicimos todo perfecto
metimos todo el dinero en la camioneta y nadie se había enterado. Estando en la camioneta
JL nos encerró dentro de la camioneta, no podíamos salir, el sacó su placa de policía y si en
efecto nos habían detenido por robo.



Sevilla 24 de Marzo del 2014.